La ciclicidad de la mujer es un hecho natural en la que hace parte la fase menstrual y 3 fases más, pero irónicamente algo que debería ser naturalizado sigue siendo un tabú en pleno siglo XXI.
Estos temas solo se hablan en voz baja y entre mujeres, cuando se tiene la suerte de hablar abiertamente se hace de forma biológica sin dar lugar a los procesos psíquicos y emocionales constructivos que hacen parte de ello.
No hay lugar para hablar abiertamente entre mujeres, en la familia y mucho menos en la sociedad, lo que ha llevado a generar una atmósfera llena de misterio, silencios, ignorancia y desinformación acerca del tema. En definitiva, falta un acompañamiento real en los procesos femeninos desde la menarquia hasta la menopausia.
Los medios de comunicación aprovechan la falta de información para manipular la poca información que existe a su beneficio. Por su afán de vender nos brindan una serie de elementos, medicamentos y conceptos que buscan tapar, disimular, o reprimir los efectos que trae la regla en la mujer. Esto acentúa en muchas mujeres el sentimiento de que algo no está bien en nosotras, el sentimiento de asco, repulsión y disgusto con nuestra naturaleza y especialmente con la regla.
Es indispensable y necesario eliminar conceptos erróneos, aprender e informar adecuadamente; sentir el apoyo del entorno, de la familia, de los hombres y de las mismas mujeres entre sí, para observar este acontecimiento como un hecho natural y de liberación en el cuerpo, la psiquis y el espíritu.
Mi invitación en este artículo es animar a vernos y a conocernos de una forma más real y digna, rompiendo los paradigmas, tabúes e introyectos mentales que se ha construido entorno a este tema, que muchas veces y de forma inconsciente hace sentir a muchas mujeres minimizadas y un problema. Sumando esto a la desconexión que tenemos con nosotras mismas y nuestro cuerpo, está generando patologías físicas y emocionales.
La invitación es al autoconocimiento, es a volver a escuchar a nuestro cuerpo, nuestras sensaciones, emociones y escuchar la información que viene de él. El cuerpo además de guardar las memorias emocionales y nuestra propia historia, si es escuchado, nos habla de nuestras propias necesidades. Esta es una forma real que nos ayudará a un crecimiento personal. Entrando en la escucha corporal, podremos atendernos y cuidarnos, especialmente en el cambio físico, psíquico y emocional que presentamos más marcado las mujeres.
Dignificar la naturaleza femenina es lo que nos da el poder de ser y hacer en coherencia con lo que somos. Caminar y movernos en armonía con nuestros ciclos cambiantes y llenos de cualidades. Porque empoderarse como mujer tiene que ver con aceptar nuestra naturaleza y usarla a nuestro favor. Así como hace la naturaleza de manera orgánica.
Posteriormente, también podemos volvernos más poderosas, encontrar la fuerza que reside en nuestro útero – centro de poder femenino- unido con la energía sexual y el poder gestante que poseemos, procurando usarlo para nuestro crecimiento físico, mental, emocional y espiritual. (pero de esto hablaré en otro artículo)
Dignificar significa:
➡️Desmitificar en nuestro inconsciente la suciedad con la que se ha relacionado nuestra sangre menstrual. Nuestra menstruación es la sangre más pura, allí se crea la vida humana, es el origen de la materialización de la raza. Cuando empezamos a honrarla, a integrarla en nuestra vida despierta nuestro poder femenino. Valorándola como sangre para crear vida, limpia y nutricia.
Según las ideas de Strassmann, Finn y Emera(*) sugieren que la menstruación humana es un subproducto consecuencia de los cambios ocurridos en los tejidos que van a permitir la implantación del embrión en el útero. Creado bien para proteger a la madre de la excavación del embrión en el útero, o para que el organismo pueda deshacerse de los embriones que sufren anomalías y no podrán ser gestados. Es eliminado del cuerpo ya que es un exceso que no va a ser usado para su principal propósito, siendo el mecanismo más eficiente que la reabsorción de esa gran cantidad de sangre.

➡️Entender el ciclo menstrual como un conjunto de fases donde la mujer tiene el potencial de conectar mensualmente y a través de su propio cuerpo, con la creatividad que se desprende de todo ciclo vital de muerte y renacimiento. No es sólo la fase de la menstruación o regla.
Para ponernos en contacto con estas energías creativas que se liberan durante el ciclo mensual podemos distinguir cuatro fases fisiológicas que son las fases de todo proceso creativo y también las fases de gestación de la naturaleza.
La repetición de las fases genera un ritmo del que podremos ser conscientes al observar y explorar cada uno de los diferentes matices intrínsecos en cada fase.
Valorar esto e informar especialmente a las niñas y adolescentes para darles el derecho de saber que a partir de la primera regla todos los días no van a ser iguales, y que no está mal.
Que se estructurará en fases diferentes a lo largo de un mes y, sin embargo, volverán a repetirse mes tras mes. Que no somos difíciles por esto, ni raras, somos cíclicas pero que no estamos locas, cómo muchas veces escuchamos decir.
➡️Respetar nuestros tiempos y ritmos, según nuestras fases. Que el mundo, el entorno, nuestra familia, la sociedad, nuestro entorno laboral lo respete y no sentirnos avergonzadas, ni minimizadas por ello, es lo idóneo. Para esto debemos comenzar nosotras mismas a aceptar nuestros tiempos, respetarlos dando lugar a cada uno de ellos. Este trabajo conlleva una escucha interior y conexión con nuestro cuerpo. Lo que nos hace mujeres más despiertas, conectadas, conscientes y buscadoras del autoconocimiento.
La sociedad nos exige vivir desconectadas, nos exige una homogeneidad en nuestros patrones de conducta, nos demanda seguir igual día tras día, sin cambios a lo largo de un ciclo mensual. Nos pide que volvamos a ser seres asexuadas.
Pero nuestro péndulo vital en una fase nos invita a bajar, a bucear y explorar nuestra naturaleza interna haciendo introspección para luego volver al mundo exterior, mientras que la sociedad exige constantemente estar arriba, disponibles, activas, fuera, al frente, ignorando los ciclos de interiorización, mental, psíquicos y físicos.
Esto puede generar conflicto, enfermar y acentúa el llamado síndrome premenstrual. Son unos días donde la naturaleza empuja a la mujer hacia lo profundo, mientras que la sociedad la retiene impidiéndole ese acercamiento. Y así la mujer vive un periodo de gran conflicto donde su visión interior que comienza a vislumbrarse en estos días, contrasta con una realidad exterior.
El no respetar los ciclos, además puede contribuir al desarrollo de patologías femeninas en órganos reproductivos. Según estudios vinculativos entre el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), por sobre exigencia permanente en la mujer. La mujer suele ser más susceptible a vivir en mayor equilibrio cuando respeta su propia naturaleza orgánica interna, sus ciclos naturales que son los mismos ciclos naturales de la vida y de la misma naturaleza.
Según la ponencia de la doctora Dra. Nuria Lorite Ayán (1), docente de medicina tradicional china, presenta la relación entre el Síndrome de Fatiga Crónica(SFC), padecido por numerosas mujeres, y la formación de quiste, mamarios y miomas, vinculando la sobreexigencia en periodos de la regla femenina.
…Según ha pasado el tiempo, he notado que estas mujeres que trataba empezaban a padecer más problemas ginecológicos. TODAS tenían diagnósticos de quistes mamarios o miomas uterinos. Con este hecho en mi cabeza, empecé a investigar y comprobé que cuanto más antiguo fuera el SFC, más fácil era haber desarrollado ya los “bultos” en el pecho o los miomas…
Las mujeres por el afán de igualarnos al ritmo que exige una sociedad aún patriarcal y capitalista, hemos perdido el poder caminar desde nuestra propia naturaleza, desde nuestros tiempos, ritmos y escuchando nuestras propias necesidades; y es de suma importancia volver a conectarnos a nuestra esencia para equilibrarnos. Tal como ratifica la psicóloga y terapeuta especializada en sexualidad femenina Mireya Darder (2) …“Nos hemos liberado a costa de masculinizarnos perdiendo por el camino nuestra verdadera esencia y quedando ahora entre dos aguas, en tierra de nadie”… hace hincapié en toda su obra que parte de estas patologías femeninas es también la desconexión del cuerpo y especialmente del propio placer.
➡️Dar el valor a la primera menstruación (menarquia) cómo a la última (menopausia)
La primera menstruación es un momento importante en el ritmo vital de la vida de la mujer. Dar importancia a través de una celebración o un momento especial, puede facilitar que la niña conecte con su menstruación de una forma más natural sin miedos y vergüenzas. Permite ofrecer el espacio a las mujeres de su vida -madre y abuelas- y porque no a sus hombres, para que también sean más conscientes de los fenómenos femeninos, a acompañarlas en el proceso.
Al celebrarlo, el mensaje que estarán ofreciendo es que, pueden sentirse orgullosas con su naturaleza femenina sin vergüenza de este proceso y hacer consciencia del inicio de una nueva etapa llena de mucho significado, potencial y responsabilidad.
En algunas culturas o tribus se realizan ceremonias dando la importancia a este cambio vital, algunas ceremonias con un valor más simbólico y otras más triviales, cómo son por ejemplo las las fiestas de 15 años en latinoamérica, fiestas rojas de Estados unidos y Japón, algunas tribus indígenas cómo los mapaches que celebran con cantos y danzas.
La menopausia también debería igualmente celebrarse para dar la importancia a esta transición, como final de un periodo y renacimiento a otra etapa diferente. La mujer deja de ser cíclica y se conecta mayormente con su estado de introspección que la llena de mayor consciencia y sabiduría.
Nos lo explica Miranda Gray (3) de la siguiente manera,
… La mujer menopáusica también desciende hacia su oscuridad interior, pero a veces el flujo de sangre no aparece y ella no consigue regresar renovada a su fase joven; poco a poco esa transformación desaparece por completo y la mujer ya no sale de su fase de introspección. A diferencia de lo que sucede cuando aún experimenta la menstruación, sus energías no se manifiestan en el mundo exterior sino que toman forma en su mundo interior, y su percepción deja de ser cíclica para convertirse en un equilibrio entre los mundos externo e interno.
Desde esta beneficiosa posición de constante conciencia acerca de ambos mundos, la mujer posmenopáusica es por propia naturaleza sacerdotisa, chamana, sanadora y vidente, pues cuenta con la ventaja de poder acceder continuamente a aquella dimensión interior de la vida a la que sólo llegaba una vez al mes durante su faceta de mujer menstrual. Por ello el conocimiento y la claridad interior propios de la anciana eran ampliamente reconocidos en las culturas del pasado, donde se le veneraba como consejera, guía y representante de la tradición, además de cómo vínculo entre el mundo espiritual o ancestral y la comunidad….
➡️Conocer y reconocer la sabiduría de cada fase del ciclo femenino.Observar nuestro cuerpo, escucharlo y sentirlo, desde su cambio físico, emocional y psíquico dará información de autoconocimiento. Dialogar con las energías que se despiertan durante la menstruación y a lo largo del ciclo podrá, ayudar a la mujer a recuperar parte de su equilibrio, a moverse según la disponibilidad de sus propias energías, y podrá usarlas cómo ventaja en la construcción de su propia vida.
A continuación explicaré las cuatro fases del ciclo y las energías latentes en cada una, para poder comprender cómo movernos en ellas con sabiduría, dejar de ver esto cómo obstáculo y que comience a trabajar a nuestro favor.
Cuatro Fases
Podemos distinguir cuatro fases fisiológicas que son las fases de todo proceso creativo y también las fases de gestación de la naturaleza.

1️⃣Muerte (culminación, menstruación) luna nueva 🌑 – Invierno
El ciclo comenzaría con el primer día de sangrado. Un momento en el que se cierra el ciclo anterior y se da comienzo a un nuevo ciclo. Este dejar ir dura entre 3 y 5 días más o menos dependiendo de la mujer. Es éste un momento de muerte e introspección, de liberación de un ciclo que se ha completado. En esta fase la mujer tiene el potencial de contactar con ese interior oscuro, receptivo que forma parte intrínseca de su naturaleza. Un momento de intimidad y aproximación a un espacio interno profundo.
Menstruar es una muerte para renacer, un duelo pero para celebrar. Cada “28” días tenemos la oportunidad de renacer, de soltar y dejar ir. Es una pérdida que contribuye a limpiar la psique y las emociones, cómo comenta Saheeva Hurtado (4) terapeuta gestalt y médico chino, especializada en ginecología femenina.
…Emocionalmente es un periodo de introspección, la energía va hacia adentro, es un momento de meditación, de soltar, un buen momento para rendirse y dejar pasar lo que tiene que pasar, para aceptar la muerte hace falta una energía femenina muy importante que es la confianza y la rendición, dejar que nuestro cuerpo haga su danza y suelte todo lo que ya no necesita, momento de no hacer, soltar el control, y estar simplemente en presencia y atención a los mensajes que nuestro inconsciente va captando en el silencio de este proceso. Es el periodo en que soltamos, vaciamos y generamos fertilidad en nuestros vientres, o sea nuestra tierra, cuando la mujer vive el estado de menstruación con conciencia realmente puede vaciarse y generar un vacío fértil dentro de sí misma…
2️⃣Renacimiento (comienzo, pre-ovulación) Luna creciente 🌒 – Primavera
Después de los días de menstruación el cuerpo de la mujer comienza a prepararse para gestar un nuevo óvulo en los ovarios, es la fase de renacimiento. Esta preparación tiene a nivel vital externo su expresión en la planificación preliminar de las ideas que darán lugar a nuevos proyectos. Esta es una fase donde podemos encontrar inspiración en todo aquello que nos rodea, pudiendo disfrutar de una forma renovada de la relación con nuestro entorno. La naturaleza intuitiva de la mujer irá seleccionando aquello en lo que ir fijando su atención pero todavía sin decidir una forma.
Cuando llega la primavera interior, se comienza a calentar la energía y la semilla comienza a germinar. Cada vez va subiendo más y se va sintiendo mayor energía. Las sensaciones internas son de la percepción de la propia belleza y deseo de arreglarnos físicamente. Aquí comienza a germinar la creatividad. Un ejercicio interesante sería apuntar en una libreta todas las inspiraciones que te lleguen para tus proyectos personales y laborales, que comienzan a vislumbrarse y poco a poco comenzarán a tomar forma y concreción, ya que es una etapa de mucha inspiración.
Saheeva(4) nos lo aclara así, ….En el periodo de la luna creciente la mujer se encuentra así vital y con ideas claras de cuál es su propósito y es el momento adecuado para hacer el plan de acción de cómo se alcanzarán sus objetivos. En este momento la mujer se encontrará clara, confiada, activa y muy vivaz, con pensamiento e ideas concretas.
Es el periodo ideal para decidir y discernir que es aquello que quiere plantar tanto física como energéticamente en su útero, es un momento para llenar todos los espacios vacíos que generó la menstruación, es un espacio donde conducimos a las participantes a discernir, comprender y tomar todo aquello que necesitan, a recuperar su poder personal y hacer valer su decisión y utilizar su energía interna para proyectar y trazar el recorrido que quiere hacer en la vida como mujer…
3️⃣Pensamiento (direcció, ovulación) Luna llena 🌕 – verano
Esta fase da paso a unos días en los que la mujer empieza a contactar con la dirección que quiere dar a esas ideas, gestándose la intención y la forma de un proyecto, idea o causa determinados. También aquí la intuición de la mujer tiene un papel relevante en la toma de decisiones y prioridades. A nivel fisiológico el óvulo ha viajado de los ovarios al útero y se encuentra en su fase más receptiva esperando a unirse a un espermatozoide. Éste es por ello un momento donde la mujer se expresa a un nivel más externo y sus deseos personales son menos importantes, se va preparando ya aquí para una posible maternidad. En esta fase la mujer puede aportar gran ayuda y nutrimento a otros miembros de su entorno o comunidad.
Todo se encuentra listo para llenarse de vida y lleno de mucha energía. Podemos fertilizarnos y preñarnos para sembrar tanto proyectos personales cómo hijos físicos. Es un momento para llenarse de deseos, de ideas y de energía de la existencia. Es el momento más fértil y creativo. Físicamente se siente más positivismo, lleno de hormonas y deseo sexual.
Saheeva (4) hace un gran aporte para esta etapa que es muy fértil, invita a ser cuidadosas con lo que deseamos crear ya que aquí estaremos habidas y en disposición total de preñarnos. Nos lo explica así, …El momento de la ovulación es un fuerte momento de implantación energética. Es un momento donde la mujer está totalmente conectada con la capacidad de crear y manifestar, es decir el poder femenino está en su máxima expresión, todo lo que una mujer cree se crea, por eso es de especial cuidado todo aquello con lo que nos conectemos durante este etapa, aquello que pensemos, deseemos y hablemos puede ser y suceder. Por eso es importante para nosotras recordar que hay que pensar bonito y hablar bonito para crear bonito. De igual manera al ser el momento en el cual se encuentra intrínseca la capacidad de ser madre es importante que la mujer se conecte con ella y la realidad de su anhelo para no ir a engendrar un hijo si es que así no lo desea realmente.

4️⃣Creatividad (creación, premenstrual) Luna menguante 🌘 – otoño
Y por último llegamos a los días previos a la menstruación. Uno de los momentos donde la mujer está creativa en su vida cotidiana pues el óvulo, si no ha sido fecundado por un espermatozoide, tienen el potencial de hacerlo a otros niveles tomando la forma de proyectos y causas que se concretan y exteriorizan con la estructura y potencia natural que ha ido gestándose a lo largo de las etapas anteriores. La mujer en esta fase empieza ya a sentir la llamada interna y van creciendo recíprocamente su intuición o su lucha, conforme se adentra o se resiste a esta reunión con la parte de su naturaleza más desconocida y recóndita y vuelta a empezar.
Y así llegamos de nuevo a la fase donde el óvulo y el tejido que recubre el útero son expulsados fuera del cuerpo. La mujer en esta fase conecta con soluciones y salidas creativas, encuentra los matices, resuelve los enigmas. Se completa y despide un ciclo, y se va madurando el inicio del próximo.
Momento de reflexión, escoger los proyectos creativos y comenzar a definir si tanta euforia del verano, quedarse con lo que realmente desea dejar crecer y soltar lo que no sirve. En este periodo nos podemos sentir más sensibles, tristes y melancólicas, también es posible sentirse más irritables y con algún cambio de humor. Aquí es importante darnos el tiempo de sentir nuestros cambios y escuchar nuestras emociones que siempre nos vienen a decir algo, soltar y prepararnos sin agobios para la fase menstrual de introspección que vuelve.
Este es el momento más adecuado para recapacitar, y decidir que es aquello que ya no quiero tener en mi vida, que es aquello que ya es hora de sacar al mundo, pues muchas mujeres tienen maravillosos proyectos los cuales no son capaces de dar a luz y poner en el mundo porque están estancadas en la energía del metal intrínseca e inmóvil… aporta en su libro Saheeva (4)
📝Ejercicio práctico introspectivo:
Para comenzar a conocerte en este aspecto y hacer consciente donde te encuentras en relación a tus ciclos y tu conceptos hacia lo femenino, valorando si existe algún tipo de introyecto o pensamiento saboteante que no te permiten conectar con tu naturaleza femenina, te propongo responderte estas preguntas:
- ¿En tu casa o en tu entorno se habló alguna vez de la menstruación?
- ¿Cómo viviste tu primera menstruación?
- ¿Cómo caminas hoy en día con tu menstruación y tus ciclos?
- ¿Vives tu menstruación como algo feo y sucio que debe ocultarse? ¿Utilizas productos para que “nadie se entere”?
- ¿Cómo te sientes al ver comerciales donde la sangre menstrual es azul? O con mensajes como, una simple píldora estarás de maravilla? o que te dicen que en los días de la regla debes ser igual de plena, productiva y radiante?
- Cómo vives y cómo es tu actitud en sociedad ante síntomas físicos, como dolor de cabeza o de ovarios, además de síntomas emocionales como hipersensibilidad, tristeza existencial, etc? ante esto te sientes minimizada?
- ¿En qué momento te sientes más productiva o creativa?
- Hay momentos en que te sientes más bonita y radiante, sexy?
- ¿Has observado cómo te sientes en las distintas etapas, cuando ovulas o previo a ovular, igualmente antes de menstruar?
- ¿Si lo has sentido, haces y te comportas acorde a lo que siente tu cuerpo según las 4 etapas del ciclo?
- Te sobre exiges, queriendo darlo siempre todo al máximo en la fase menstrual ?
- ¿Sientes culpa de no estar siempre con la misma energía, queriendo estar igual de radiante, sexy y enérgica que en la fase ovulatoria?
- En caso de no tener más tu menstruación ya sea por menopausia, alguna intervención quirúrgica o enfermedad, ¿cómo viviste con ella? Y qué consejos darías a las que aun la tienen?
- Realmente escuchas tu cuerpo, tus emociones y sensaciones y por ende tus necesidades, en relación a tu ciclo?
Práctica meditativa para la sanación del femenino
Bibliografía:
- https://estudiosdechino.com
- Mireia Darder, Nacidas para el placer, Rigder institut gestalt, 5ta edición.
- Miranda Gray, Luna Roja. Los dones del ciclo menstrual, Gala Ediciones, 1995
- Sajeeva Hurtado, LLena de Vida
(*)Beverly Strassmann, antropóloga de la Universidad de Michigan, EE.UU, Colin Finn, profesor de la Universidad de Liverpool 1998, Deena Emera, de la Universidad de Yale en New Haven, Connecticut, EE.UU.
Arte gráfico: Kunda la Vagina
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