Aunque a veces sin plantearlo ni darnos cuenta, existen una serie de creencias y mitos alrededor de la sexualidad, y que determinan nuestra conducta. Se trata de imposiciones inconscientes que condicionan nuestro comportamiento, muchas veces sin que lo notemos coartan nuestra libertad natural para poder desarrollar el gran potencial sexual inherente en el ser humano, vivirlo sin miedos y culpas.
Pensemos un poco, cómo se desarrolla la sexualidad normalmente en nuestra sociedad. Pareciera que existieran dos bandos únicos y polarizados
- Por un lado lo censurado, dogmatizado, lleno de moralismos. No comprendemos muchas veces de donde procede pero terminamos creyéndolo porque pasa a ser una verdad colectiva. Y si tenemos algo de suerte se comienza a entender que la censura es con el placer y todo lo que lo produzca, considerando el deseo y disfrute sexual como un vicio pecaminoso. La gran perversión de la humanidad, el pecado original que ha generado el miedo al placer y al goce.
- Por otro lado, una sexualidad que no desea acatar reglas, que lo normaliza, que se cansó de esconderse, de estar castrada, que incita a escuchar nuestro cuerpo, nuestro instinto sin culpas y usarlo para el bienestar físico, descargar tensiones y emociones; y sobretodo cómo principal objetivo es sentir placer. Pero en el que sigue existiendo un gran bache en cuanto a la información y educación sexual que también limitan el desarrollo del gran potencial sexual cómo la gran herramienta que la naturaleza nos ha regalado.
En ambas creencias, actitud y comportamiento frente a la sexualidad, el gran protagonista es en definitiva el Placer. Mientras que la base de la primera es la censura del placer -explico un poco más adelante la construcción de estas ideas- en el segundo, se ha convertido en el foco, pasando de ser censurado a ser el gran objetivo, el motivo máximo para aceptar y reivindicar el sexo en la sociedad.
El placer que ha sido despreciado y reprimido, condicionado por creencias colectivas que proviene de mucho mas lejos que el propio Cristianismo. Nuestras propias creencias y paradigmas colectivos fueron un gran cóctel mágico. Su mezcla combina ideas de diversos pensadores, filósofos y corrientes espirituales que en su búsqueda de la conexión con lo divinal, la salud y el bienestar humano, construyeron sus propias teorías y dogmas, que una vez mezcladas a través de la historia, forman esta gran pócima ideológica, llena de limitaciones, frustraciones y miedos que aún se siguen heredado hasta nuestros días.
- En época de Aristoteles, Platón, Hipócrates y Pitágoras observaban la debilidad que produce el varón la pérdida de semen, por lo cual era digno de admirar el varón que pudiera controlar el deseo sexual, para no perder el líquido seminal.
- Hipócrates pensaba que al retener el hombre su semen, retenía también su energía, misma teoría que enseña el Taoísmo chino para lograr la longevidad y la conexión con lo divinal; y el tantrismo Hindú para fines espirituales. Filosofías orientales que no llegaban completas, sino parcializadas y sin claridad a la cultura occidental, ya que eran exclusivas de un gremio, o solo se transmitía de maestro a discípulo.
- Ideas Neoplatónicas, se consideraban el cuerpo como la cárcel del alma, y el cual llevaba a todo tipo de pasión alejándonos de la verdad.
- El cuerpo es de la materia y no tiene nada que ver con lo espiritual, provienen del antiguo gnosticismo que posiblemente vino de Persia (No de la gnosis Cristiana), que consideraban que el mal y la perdición iban ligada al cuerpo; y lo divinal era del espíritu. El cuerpo era un cadáver con sentidos, lo material creado por demonios y el espíritu creado por Dios, por lo cual la martirización del cuerpo contribuye a la liberación del espíritu.
- El estoicismo,- escuela filosófica Griega- Donde la razón es “lo bueno y virtuoso” y es de vital importancia evitar las pasiones, que desvían a la razón. Deberían ser controladas y evitar las reacciones, cómo el dolor, el miedo y el placer a través del auto-control de la razón. Concluyendo que el verdadero sabio es quien vive conforme a la razón libre de pasiones.
- Heredando su filosofía se ha moldeado la moralidad cristiana. En donde quien domina la pasión del deseo sexual es capaz de dominar el resto de pasiones o pecados. Por lo cual condenaban el placer, en cualquier aspecto y lo que condujese a sentirlo. El sexo paso a ser necesario únicamente con fines reproductivos y aceptándolo en los varones, a quienes les era inevitable sentirlo para procrear, y cómo consecuencia a la sexualidad femenina se le negó todo el derecho al placer.
Ahora hasta nuestros días se vigila la sexualidad masculina pero sigue existiendo mayor tabú y sobre control brutal a la sexualidad femenina, creando estereotipos, mandatos sociales, prejuicios culturales y religiosos que no solo siguen confinando a las mujeres a la desigualdad, sino al olvido de su cuerpo y de su placer.
…”la mujer se ha olvidado de su cuerpo cómo fuente de placer y lo contempla cómo algo que debe modelar y domesticar para convertirlo en objeto de deseo y admiración por parte del hombre”… Mireia Darder.

Son muchos siglos en los que el miedo, la vergüenza y la culpa se ha mantenido en nuestra genética y colectivo, por esto es importancia trabajar estos aspectos
Tres aspectos a trabajar:
1. Liberar los paradigmas, introyectos y creencias limitantes, que aún pueden estar instaurados en nuestro sistema cuerpo/mente, incluyendo los roles de género y creencias patriarcales que afectan la sexualidad tanto en hombres cómo mujeres.
La Psicóloga Mireia Darder en su libro «Nacidas para el placer», nos lo expone haciendo énfasis en el efecto sobre las mujeres así: …«existe un sistema de creencias patriarcales que desempeña un papel importante, una serie de mecanismos de represión invisibles y psicológicos que actúan sobre las mujeres para que no se sientan con derecho a luchar por lo que quieren. Esto ocurre en el ámbito profesional, pero también en el personal. La mujer no se cree merecedora de disfrutar consiguiendo lo que desea y sentir placer por ello. Esto se manifiesta constantemente en el plano sexual, donde la mujer no se permite buscar su placer sin límites y su satisfacción plena»…
*En otros artículos de mi blog te he invitado a realizar una profunda reflexión sobre los mensajes que has recibido acerca de la sexualidad y creencias limitantes, cómo primer paso para vaciar tu sistema, comenzar a sanar introyectos sexuales y dejar espacio para construir nuevas ideas que te potencien y no te saboteen.
2. Empezar a comprender y darle un nuevo significado a nuestra sexualidad, y dignificar nuestro cuerpo. Dignificar todas nuestras emociones y sensaciones, enmarcando el placer cómo principal objetivo para restablecer el vínculo saludable con nuestro cuerpo, con el otro y la vida misma.
Chistopher Ryan y Cacilda Jethá , en su libro “En el principio era el sexo” nos lo dicen así: …”La sociedad actual, ha llegado a un punto en el que, al igual que ocurre en otros ámbitos, necesita abrirse a la libertad sin límites en todo lo que concierne a la expresión de la sexualidad, abrazarla cómo fuente de vida y de placer que nos arraiga a la tierra y nos conecta con nuestra esencia y con la de los demás”…
3. Integrar los tres aspectos dentro de la sexualidad: Instinto- corazón- Mente (consciencia).
El instinto que conduce el deseo de satisfacción más básico, que viviéndolo plenamente desencadena el placer; el corazón que incluye las emociones y sentimientos amorosos, compasivos y bondadosos, al integrarlo y vincularlo con el instinto desencadena el gozo; y la mente más consciente con sentimientos de valoración, admiración, y adoración a lo divinal, al integrarse con los 2 aspectos anteriores desencadena la dicha y éxtasis.
Por lo cual la invitación y objetivo es lograr vivir una sexualidad sintiendo el placer, pero no únicamente cómo un objetivo hedonista sino integrando el resto de aspectos que integran al ser humano: su corazón y la consciencia, para empezar a vivir desde una sexualidad más integrativa y holística, de las cuales también hacen referencias las enseñanzas orientales, que nos conduzca a un crecimiento personal y espiritual.

Bibliografía:
- Nacidas para el Placer. Instinto y sexualidad en la mujer, Mireia Darder
- Breve reseña histórica de la sexualidad. Dra. María Gabriela Santini. Programa Sexualidad Holística.